10 Oct Sale dinero de los fondos de RV pero las bolsas no caen
Cuando los mercados marcan nuevo máximo tras nuevo máximo, es inevitable como seres humanos, sentir vértigo. ¿Estará cerca el techo del mercado? ¿Debería vender y recoger beneficios? Los estudios en finanzas comportamentales han demostrado que tenemos más facilidad para cerrar una posición con beneficios que una con pérdidas, lo cual es racionalmente incorrecto. Es uno de los sesgos que ahora está tan de moda estudiar, y que nos recuerdan lo vulnerable y endeble que es nuestra racionalidad.
Sabemos pues que «haber subido mucho» no es una razón válida para salir del mercado, cuando hablamos de grandes índices de referencia como el SP500 (EEUU) o el STOXX600 (Europa). Lo único que podemos y debemos hacer es vigilar día a día la evolución del mercado en busca de señales de un posible agotamiento, que vaya completando el escenario que hemos construido y sobre el que tomaremos decisiones tácticas de ajuste periódicamente, y decisiones estratégicas más contundentes con menor frecuencia. En esa rutina diaria, me encuentro con unas estadísticas totalmente contrarias a lo que uno podría esperar en un mercado alcista.
El SP500 y el conjunto de la bolsa americana están subiendo marcando máximos históricos, sin prisa pero sin pausa. En el siguiente gráfico vemos el SP500 en velas mensuales, en medio de un canal alcista de largo plazo.
El año 2017 está siendo tranquilo y alcista. Y normalmente, cuando un mercado sube es porque entra dinero, ¿verdad? Pues bien, resulta que está saliendo dinero de los ETFs y Fondos de inversión americanos. ¿Quién compra entonces? El siguiente gráfico nos dice que el dinero va hacia emergentes, europa y japón…
En el siguiente gráfico se compara el índice SP500 con los flujos acumulados hacia fondos y ETFs de RV: desde hace unos meses, hay retiradas de fondos, y sin embargo el SP500 sigue subiendo. ¿Quién está comprando?
Si los fondos de inversión y los ETFs, que son los vehículos usados por inversores medios y pequeños, están vendiendo, sólo queda suponer que otras «manos fuertes» (como hedge funds por ejemplo), están comprando. Y si lo hacen, normalmente es porque el mercado seguirá subiendo…
Por otro lado, en España también es llamativo lo que está ocurriendo. La incertidumbre catalana es paralizante. Y por eso probablemente el IBEX se ha quedado parado durante todo el mes de septiembre, mientras CAC y DAX subían sin prisa pero sin pausa. Ante la incertidumbre, los compradores están en «modo pausa». Así que en teoría los vendedores tienen la sartén por el mango y podrían hacer caer los precios con sus ventas. Sin embargo, el IBEX apenas ha caído, y de hecho acumula aún una subida del 10% desde el 1-ene. El mercado no se cree el riesgo catalán, eso está claro.
Hace nada que ha empezado a haber salidas netas de flujos de los fondos de inversión de acciones españolas. En el siguiente gráfico vemos la primera raya azul bajista por debajo de la barrera de los 200M$. Una caída contundente…que sin embargo no viene acompañada por una caída de tamaño similar en la línea roja (bolsa española). ¿Tiene sentido pensar que aquí también parece haber una «mano fuerte» que está recogiendo las ventas más nerviosas? Bueno, en este caso me parece un poco prematuro, pero es una posibilidad.
Sin duda no debemos despreciar el riesgo catalán, porque los cisnes negros no son racionales. Todo es posible. Y por esa razón nos guardamos una buena cantidad de liquidez, que podríamos aprovechar en caso de debacle mucho más pronunciada en nuestra bolsa. En principio la incertidumbre debería levantarse rápido y la bolsa española reaccionar. Pero también podría ser que se alargara en el tiempo, y no volvieran las compras a nuestro mercado, prolongando la desidia.
En cualquier caso, la parte principal de nuestra estrategia actual es una venta de PUTs 8.000 Ibex dic-2018 y compra de CALL 11.000 Ibex marzo-2018. Las CALL están ampliamente financiadas con la venta de las PUT, que a su vez tienen un strike que está 2.000 puntos por debajo de los niveles actuales, es decir, tenemos un margen de seguridad del 20%. En un escenario de fin del mundo, si el Ibex se hundiera durante lo que queda de 2017 y permaneciera hundido durante todo 2018 (o al revés, aguantara ahora y cayera fuerte durante 2018), nos veríamos obligados a invertir un 32% del fondo en el Ibex a un precio de 8.000 puntos, lo cual nos parece muy prudente y razonable. Esta es la forma que hemos elegido para afrontar el problema catalán: estamos dentro (es decir, expuestos al alza), y en caso de caída, nuestro Valor Liquidativo sufrirá. Pero sabemos cuál es la estructura que hemos construido detrás, y por lo tanto a vencimiento (diciembre 2018), no tendremos pérdidas con esta estrategia siempre que el Ibex cotice por encima de los 8.000 puntos.
Para terminar, otra estadística que nos muestra la poca euforia que existe: la encuesta Sentix nos dice que los gestores están poco invertidos en acciones en comparación con su media histórica. Es decir, están poco invertidos en bolsa en relación a lo que suelen estar de media.
Esto tiene doble lectura positiva: 1- en caso de caídas, hay mucho gestor con liquidez esperando a ser invertida a mejores precios, con lo que se reduce el alcance de una posible caída, y 2- podrían decidirse a aumentar su exposición en cualquier momento, añadiendo más leña al fuego.
Todo es posible en bolsa, porque influyen una inmensa cantidad de factores. Pero estos datos son claros: por este lado al menos, no hay razón para temer un agotamiento alcista duradero o un giro de mercado, más allá de las normales fluctuaciones de una tendencia alcista.